Crecí con una escuela en la cual la pecosa era únicamente acariciada por los hombres y en dónde la frase “juegas como niña” era el arma más poderosa para destruir una masculinidad frágil, pero se nos olvidaba que por fuera nos diferencian pequeños rasgos físicos, pero por dentro tenemos el mismo motor redondo y con manchas negras que mueve nuestro corazón por la misma pasión, el fútbol.
Pero la vida me ha dado la oportunidad de ver otra cara de la moneda, van cuatro ligas en Colombia, que a pesar de no estar en las condiciones idóneas para un evento de esta magnitud, nos han dejado goles, atajadas y gambetas grabadas de por vida en nuestra retina, o postales que nunca olvidaremos, cómo cuando un simple puente peatonal se convierte en el mejor palco para apreciar un buen partido. Se ha empezado a labrar el camino hacia el sueño de todas las amantes de este hermoso deporte, de a poco la gota sigue cayendo y se va abriendo un espacio en el corazón de todos los amigos del fútbol.
Hoy quiero ser ese amigo que te lleva a comer a su restaurante favorito, el que te pone la canción que te encanta, te recomienda una serie o película, ¿Que tienen estos actos en común? Sencillo, buscan darte un poco de esa felicidad que le generan esas actividades especiales, yo simplemente te pondré a mirar fútbol femenino y verás como te cambiará la vida o la forma de verla.
Apoyemos la Liga Femenina, pero cuando digo esto no le hablo a las grandes empresas privadas, tampoco le hablo a los equipos profesionales, ni siquiera a la misma DIMAYOR, te hablo a ti simple lector, dedícate un café con un amigo para hablar del gol que más te gustó, comparte el post que dice que tu equipo acabó de ganar, busca los videos de las mejores jugadas del encuentro y ponlos a circular por las redes, coloca un estado avisando de cuándo y a qué horas juegan, o simplemente sigue una página que hable de estos acontecimientos.
Gracias Fútbol Local por mostrarme el lado más hermoso del fútbol femenino y hasta pronto...
Arian Cuervo Vargas
@ArianCuervoV